PRL ferroviaria: Guía práctica para prevenir riesgos en el sector ferroviario

¿Te has preguntado alguna vez cómo se protegen las personas que trabajan cada día al borde de una vía férrea? La PRL ferroviaria, o prevención de riesgos laborales en el ámbito ferroviario, es clave para evitar accidentes que pueden tener consecuencias graves o incluso fatales. Desde atropellos hasta electrocuciones, pasando por caídas en altura, los peligros en este entorno son reales y constantes.
Por eso, la seguridad no es opcional: es parte del trabajo. Esta guía te explica de forma clara qué medidas deben tomarse, qué normativas aplican y por qué es vital formar una cultura preventiva sólida en cada tramo de vía. ¡Vamos a ello!
¿Qué es la PRL ferroviaria y por qué es esencial para la seguridad laboral en el sector?
La prevención de riesgos laborales en el ámbito ferroviario, más conocida como PRL ferroviaria, es el conjunto de procedimientos, normas, medidas técnicas y organizativas destinadas a proteger la salud y la integridad física de quienes desempeñan su labor en infraestructuras ferroviarias.
Este entorno presenta condiciones de riesgo elevadas: circulación de trenes a gran velocidad, presencia de corriente eléctrica de alta tensión, trabajos nocturnos, climatología adversa y zonas de difícil acceso. La aplicación efectiva de la PRL no solo reduce accidentes, sino que salva vidas y mejora la productividad y reputación de las empresas ferroviarias.
¿Qué PRL son necesarios para trabajar en el sector ferroviario?
Quienes trabajan en el sector ferroviario deben cumplir con una serie de requisitos de prevención de riesgos laborales tanto por ley como por sentido común. Aquí tienes los principales:
- Formación obligatoria en PRL: Toda persona trabajadora debe haber realizado cursos específicos sobre los riesgos del sector ferroviario, incluyendo normativa vigente, uso de EPIs y medidas de emergencia.
- Reconocimiento médico inicial y periódico: Es obligatorio verificar la aptitud física y psicológica de quienes trabajan cerca de vías, maquinaria pesada o elementos electrificados.
- Entrega y uso de EPIs certificados: Chaleco reflectante de alta visibilidad, casco, guantes, gafas, calzado de seguridad, protección auditiva y, si aplica, arneses anticaídas.
- Procedimientos de trabajo y señalización: Conocer y respetar los protocolos de acceso a la vía, uso de banderolas, dispositivos luminosos, y sistemas de aviso de trenes.
- Coordinación de actividades empresariales (CAE): Si hay varias empresas en la misma obra, debe haber un plan conjunto de seguridad.
- Protocolos de emergencia: Saber cómo actuar ante accidentes, cortes de electricidad, evacuaciones o incendios.
👉 Cumplir con estos requisitos no solo es legalmente obligatorio, sino que marca la diferencia entre una jornada segura y un accidente evitable.
Principales riesgos laborales en trabajos ferroviarios
El sector ferroviario es uno de los más exigentes en términos de seguridad. La complejidad de las infraestructuras y el dinamismo de las operaciones lo convierten en un entorno de riesgo elevado si no se aplican las medidas de prevención adecuadas.
Atropellos por trenes en circulación
Las tareas en vía requieren una estricta señalización y coordinación. La falta de vigilancia o la comunicación ineficaz puede provocar atropellos por trenes o maquinaria de mantenimiento.
Riesgo eléctrico por contacto con catenarias y equipos de electrificación
Las líneas de contacto aéreo (catenarias) operan con tensiones superiores a 3.000 V. Cualquier contacto directo o indirecto puede tener consecuencias mortales si no se respetan las distancias mínimas de seguridad y se realizan los aislamientos correspondientes.
Caídas a distinto nivel y tropiezos
Las obras ferroviarias incluyen andenes, taludes y estructuras elevadas. La falta de protección perimetral, iluminación deficiente o condiciones meteorológicas adversas incrementan los riesgos de caída.
Exposición a ruido, vibraciones y agentes químicos
El uso de maquinaria pesada, soldaduras, productos químicos para limpieza o mantenimiento expone a las personas trabajadoras a riesgos auditivos, vibraciones continuas y sustancias nocivas.

Medidas preventivas imprescindibles para trabajos en vía y zonas ferroviarias
La planificación y ejecución segura de trabajos ferroviarios se basa en tres pilares: evaluación de riesgos, formación continua y control del entorno.
Planificación previa y evaluación de riesgos
Cada intervención debe partir de un análisis de riesgos ajustado al tipo de trabajo, condiciones ambientales, ubicación y temporalidad. Esta planificación incluye protocolos ante situaciones de emergencia.
Coordinación de actividades empresariales (CAE)
En obras donde intervienen varias empresas o subcontratas, se debe implementar una Coordinación de Actividades Empresariales que unifique los criterios de seguridad, planifique los accesos y establezca responsables de PRL.
Control del entorno y uso de señalización específica
La delimitación de zonas de trabajo mediante barreras físicas, luces de advertencia, señalización manual y dispositivos de aviso son esenciales para alertar sobre la presencia de personas en vía.
Señalización, comunicación y EPIs: el trío básico para la protección ferroviaria
El trabajo seguro en entornos ferroviarios requiere una combinación eficaz de señalización visible, canales de comunicación operativos y uso obligatorio de Equipos de Protección Individual (EPIs).
- Señalización ferroviaria temporal: incluye banderolas rojas, señales luminosas, avisadores acústicos y carteles de advertencia.
- Comunicación por radio o dispositivos móviles: cada persona trabajadora debe tener contacto directo con un responsable de seguridad.
- EPIs obligatorios: casco de seguridad, chaleco reflectante, calzado con puntera metálica, guantes dieléctricos, protección ocular y auditiva, y arnés anticaídas si corresponde.
¿Qué PRL son obligatorios para trabajar en el sector ferroviario?
Para garantizar un entorno laboral seguro, las empresas deben asegurar que las personas trabajadoras cumplan con los siguientes requisitos y medidas de prevención obligatorias:
- Formación específica en PRL ferroviaria: según el puesto (mantenimiento, electrificación, supervisión, etc.), con contenidos prácticos y teóricos. Esta formación debe ser inicial y con reciclaje periódico.
- Reconocimientos médicos específicos: pruebas auditivas, visuales, de resistencia física y estrés laboral adaptadas a las exigencias del entorno ferroviario.
- Autorización para acceder a la vía: muchas operadoras y entes gestores exigen una acreditación previa para circular o trabajar en vía.
- Plan de emergencia y simulacros: toda plantilla debe conocer los procedimientos de evacuación, ubicación de salidas, puntos de encuentro y equipos contra incendios.
- Protocolos de verificación diaria de EPIs y herramientas: obligatorio antes de comenzar el turno para asegurar el correcto estado del material de seguridad.
Normativa y obligaciones legales en prevención ferroviaria
La prevención en el sector ferroviario está regulada por normativa general y específica:
- Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales
- Real Decreto 1627/1997, sobre disposiciones mínimas de seguridad en obras de construcción.
- Reglamento del Sector Ferroviario (Ley 39/2003) y sus disposiciones sobre seguridad operativa.
- Normas internas de ADIF, RENFE y otras entidades gestoras que regulan permisos, señalización y medidas específicas.
Además, organismos como el INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo) y la Fundación Laboral de la Construcción publican regularmente guías, fichas técnicas y Notas Técnicas de Prevención (NTP) específicas para el entorno ferroviario.
Buenas prácticas y formación: pilares para una PRL ferroviaria efectiva
Una cultura preventiva se construye en el día a día, fomentando la participación, el compromiso y la actualización constante de conocimientos.
Formación continua adaptada al puesto
No es lo mismo una formación para personal de señalización que para quien trabaja en electrificación. La clave está en adaptar los contenidos a los riesgos específicos del puesto.
Fomentar la comunicación y la observación activa
Observar, anticiparse, reportar condiciones inseguras y proponer mejoras debe formar parte del ADN de cada equipo.
Uso de checklists y rutinas preventivas
Implantar rutinas de revisión de EPIs, checklist de seguridad antes de cada tarea y reuniones breves de coordinación mejora el cumplimiento de la normativa y reduce los errores humanos.
Conclusión: la PRL ferroviaria como herramienta de vida
La PRL ferroviaria es mucho más que normativa: es una responsabilidad colectiva, una cultura de protección mutua y una forma de garantizar que cada profesional regrese a casa sano y salvo.
Cada protocolo respetado, cada formación impartida y cada equipo revisado contribuye a evitar accidentes laborales en uno de los sectores más complejos y peligrosos. Apostar por la seguridad no solo es rentable, es humano. Y eso, en el mundo ferroviario, vale más que cualquier tren de alta velocidad.